¿DE DÓNDE SURGEN LAS IDEAS?

Las ideas surgen en cualquier momento y lugar, a veces de la forma más insospechada. Muchos de los grandes descubrimientos de la humanidad parten de un “momento eureka” o del mundo de los sueños.

bombilla-idea

Este tema es apasionante, y hay muchas teorías al respecto, pero de momento ninguna respuesta universal. La verdad es que no sabemos a ciencia cierta de dónde surgen las ideas, pero a última hora eso tampoco importa tanto. Lo importante es que no perdamos nuestra capacidad de crear y de imaginar, venga de donde venga la inspiración.

Existen varios conceptos que tienen que ver con el tema y que vamos a tratar en este artículo. La lista no es exhaustiva, en parte porque de aquí podría salir no un artículo sino una enciclopedia entera (¡como mínimo!) y sobre todo porque yo no soy experta en este campo. Simplemente me apasiona la capacidad que tiene el ser humano de crear nuevos objetos, elementos o conceptos en todos los campos de la vida.

La chispa del ingenio: el poder del pensamiento

Obviamente, para tener ideas hay que ser un ente pensante. “Pienso, luego existo”, afirmaba Descartes. Y eso implica también: pienso, luego tengo ideas. No estamos hablando solo de tener ideas geniales, pues hay ideas luminosas pero también las hay pésimas.

Pero para que un pensamiento produzca una idea, primero hay que tener una intención. Es decir, si no se plantea un problema previo, no se producirá una idea. ¿Para qué, si no la necesitamos? Aquí hay que tener en cuenta que el concepto de “problema” es muy amplio. Digamos que una idea surge siempre en el contexto de algo que nos “molesta” o que deseamos solucionar. Y este algo no tiene por qué ser la teoría de la relatividad o la invención de la rueda, ni mucho menos.

Pongamos como ejemplo el invento del “chupa-chups” o de la humilde fregona de limpiar los suelos. Enric Bernat inventó el chupa-chups en los tiempos en que no había gominolas ni Sugus, sino bolas de caramelo duro, solucionando así el problema de quedarte con los dedos pringosos al chupar un caramelo. Y Manuel Jalón inventó la fregona para solucionar el problema de tener que fregar el suelo arrodillado.

A ambos inventores se les ocurrió la idea a partir de la observación de un pequeño problema cotidiano. El pensamiento por si solo no genera la solución. Te puedes pasar siglos pensando lo incómodo que es fregar arrodillado o pringarte los dedos con un caramelo. Pero la idea de ponerle el palo al caramelo o el mocho a la fregona responde a la intención de solucionar el problema.

universo-ideas

Musas y misterios: el origen de la inspiración

La inspiración, según los antiguos griegos, venía de las “musas”. Evidentemente, en los tiempos judeocristianos ya no había musas porque son religiones monoteistas, pero la base de la teoría es muy similar: Dios es el artífice de la inspiración. En mayor o menor medida, esta teoría de la inspiración divina la comparten hoy en día muchos escritores. Por ejemplo, Elisabeth Gilbert o Julia Cameron creen que el escritor solo es un canal a través del que se expresa el universo.

En tiempos menos pretéritos, los psiquiatras de principios del siglo XX como Freud y Jung la situaron dentro de nuestro propio inconsciente, en el mismo lugar en que se producen los sueños. Es decir, que la fuente de la inspiración ya no es externa (ni divina ni un flujo de energías universales) sino que procede de nuestro propio interior.

cerebro-ideas

Más allá de la lógica: el poder de la intuición

Aquí entramos un poco en conflicto con la afirmación de que las ideas surgen del pensamiento, ya que la intuición es todo lo opuesto a lo que se entiende por pensamiento racional.

La intuición es esa capacidad que todos tenemos de percibir o entender algo sin pasarla por el filtro del pensamiento racional. Puede tener una dimensión bastante visionaria, pero dentro del ámbito científico, para unificar este tipo de percepción inconsciente con el pensamiento lógico se habla de pensamiento intuitivo en lugar de intuición a secas. Con esto se entiende que no estamos hablando de la intuición como un hecho sobrenatural sino más bien un procesamiento mental inconsciente.

Los expertos han señalado cuatro tipos de pensamiento intuitivo:

-Pensamiento intuitivo emocional: permite reconocer los sentimientos y las emociones ajenos y conectar con ellos, o lo que es lo mismo, sentir empatía.

-Pensamiento intuitivo mental: permite encontrar soluciones inmediatas a un problema, sin necesidad de pararse a analizar. Es el tipo de pensamiento intuitivo

-Pensamiento intuitivo psíquico: permite elegir la mejor opción para superar una dificultad a nivel personal, social o laboral sin basarse en juicios racionales.

-Pensamiento intuitivo espiritual: tiene que ver más con revelaciones, estados de iluminación o exaltación mística.

El taller de la mente: la imaginación

La imaginación es otra capacidad fascinante que posee nuestra mente. Quizás incluso, más que la inteligencia, es esta la capacidad que nos hace ser humanos.

A veces escuchamos comentarios del tipo “es que yo no tengo imaginación”. Sin embargo, este es un recurso que todos poseemos, pues todos podemos formar imágenes mentales de conceptos, ideas o hechos que no están sucediendo realmente. Y esto, ni más ni menos, es la imaginación.

Puede que algunos la confundan con la fantasía, que no parte de la realidad o experiencias reales, sino de idealizaciones y ensoñaciones. Si que es cierto que, en este sentido, muchas personas tienen más propensión a la fantasía que otras.

caminos-divergentes

El arte de la creatividad

El tema de la creatividad da para escribir tomos completos. Hay que tener claro que ser creativo no significa ser artístico, en contra de lo que muchos piensan. La creatividad es la capacidad que tiene el ser humano para crear algo que antes no existía. Y este “algo” puede ser una obra de arte o una producción literaria, pero también una teoría física o un dispositivo láser, por poner algún ejemplo.

Por esta razón, las teorías diferencian entre la personalidad creativa artística y la personalidad creativa científica. Y aunque no lo parezca, ambas tienen una base en común: la innovación.

Pero la creatividad no está al alcance de unos pocos: todos podemos ser creativos. A un nivel muy básico, crear consiste en manipular elementos que ya existen en la naturaleza para transformarlos en productos nuevos. Por lo tanto, la creatividad es el don que nos permite asociar conceptos o unir elementos conocidos para convertirlos en uno nuevo, original y diferente.

Existen numerosos estudios y teorías sobre la creatividad y el pensamiento creativo. En otros artículos del blog nos centramos en las cuatro fases del proceso creativo según Graham Wallas, del pensamiento divergente de Guilford, de los seis sombreros para pensar de Edward Bono, o las cuatro lentes de la innovación de Rowan Gibson.

En definitiva, la fuente de donde fluyen las ideas sigue siendo un misterio, pero esto solo es relevante a nivel teórico. Lo más importante es tener siempre en cuenta que todos tenemos la capacidad de ser creativos, de generar ideas, de dejarnos guiar por nuestra intuición y que el poder de la imaginación es infinito. ¡No dejes de sacar partido de todos estos recursos que están en ti!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad